¡¡ENHORABUENA A LOS ORGANIZADORES Y PARTICIPANTES!!
Celebrado los días 20, 21 y 22 de septiembre, en el ABC Park de Valencia, con una participación de 500 personas venidas de diversos países, principalmente del otro lado del Atlántico, y del territorio nacional, interesadas en la escritura creativa, ha supuesto por segundo año consecutivo un gran éxito que nos dice claramente de qué manera vamos creciendo, como especie, en creatividad. Hecho que me alegra enormemente. Necesitamos desarrollar más que nunca nuestra creatividad, dejar paso a nuestro hemisferio derecho, el creativo, dejar que se exprese, para así compensar nuestra frenética actividad del hemisferio izquierdo racional, y ser seres humanos más equilibrados.
Estoy muy feliz y agradecida de haber participado en este gran evento, como moderadora de la mesa LA CIUDAD COMO PERSONAJE LITERARIO, junto a los autores valencianos: Ramón Palomar, Rafa Lahuerta y Begoña Valero, que en su última novela (respectivamente: El novio de la muerte; Noruega; y Un testigo llamado Cervantes) cada uno de ellos ha hecho de la ciudad de Valencia, entre otras, un gran protagonista. Tres grandes obras muy recomendables y una mesa redonda que ha resultado ser divertidísima y muy interesante.
Desde que en el Siglo XIX la literatura se traslada a los salones, la ciudad deja de ser un mero escenario para convertirse en un personaje literario. Un personaje literario tan imprescindible que sin él no habría obra ni narrativa.
Han sido tantos los autores consagrados y no tanto a lo largo y ancho de este mundo los que han hecho a sus ciudades tan icónicas que el nombre del personaje, del autor o de la novela se convierte en sinónimo de la misma: El Dublín de Joyce; la New York de Gatsby; o el París de Proust y Hemingway, por citar unos destacados ejemplos.
Los escritores tenemos las ciudades como los artistas plásticos tienen sus musas. En ellas, nos inspiramos, imaginamos y recreamos historias y personajes, mitos y mundos posibles.
Y es que las ciudades son mucho más que materiales de construcción, o un mero escenario o decorado en el que se desenvuelven nuestras vidas. Están vivas, respiran, sienten, se alimentan, crecen, sueñan, se transforman... e incluso mueren. Tienen alma. Son de hecho el alma colectiva de todos los que la habitan.
Para resumir, parafraseando al crítico francés del siglo pasado, Rolan Barthes: "La ciudad es escritura", y que si algo tenemos claro es que cada novela nos ofrece una visión única de la ciudad protagonista, porque cada autor es único y tiene su propia percepción de la realidad.
Leer o escribir sobre ciudades es una forma de viajar, de conocer su historia y su cultura. Es una invitación a soñar, imaginar y a dejarse llevar por la magia de la literatura.
Deseo que hayáis disfrutado tanto como yo o más, y que este encuentro, este gran evento, haya sido una puerta abierta a los amplios horizontes de vuestra creatividad.
¡GRACIAS A TOD@S Y MUCHOS ÉXITOS!
¡GRACIAS AL GRUPO EDITORIAL SARGANTANA Y BIBLIOCAFÉ!
¡GRACIAS LITERATURA, UNA VEZ MÁS, HAS HECHO QUE DISFRUTEMOS DE UN HERMOSO HERMANAMIENTO Y MUCHO AMOR!