¡Hola a tod@s!
Ayer tarde, en la Biblioteca Pública de Buñol, tuvimos el placer de contar con la presencia de Helena Méndez, psicóloga, pedagoga y profesora de yoga, que impartió una charla-coloquio muy interesante sobre la inteligencia emocional y su proyecto "Aprender a conocerse a través de las emociones", cuyo principal objetivo es dotar a los niños de las herramientas necesarias para que gestionen su vida a través del manejo de las emociones.
A mí, particularmente, me hizo revivir los comienzos del mileno, cuando en 2001 pusimos en marcha en Radio Buñol el programa "NUEVA CONSCIENCIA", un espacio dedicado a la difusión de herramientas para el crecimiento personal y para el auto-conocimiento. Un programa pionero por su temática, en el que entrevistábamos a expertos y profesionales en campos o áreas muy novedosas. En uno de esos programas, creo que fue en la 3ª edición, allá por 2005, invitamos a María José Díez, Master Trainer en P.N.L. (Programación Neurolinguística) para que nos hablara de la "Inteligencia Emocional", un término que acuñaron los americanos Peter Salovey y John Meyer en el año 1990 y que a raíz de la publicación del libro de homónimo de Daniel Goleman en 1995 empezó a difundirse y a recibir más atención en los medios de comunicación y en el mundo de la educación y especialmente en el empresarial, donde empezaron a valorar y a tener en cuenta esta inteligencia que unida a la inteligencia lógica daba por resultado directivos y puestos de mando más eficientes y con mejores resultados, pues la inteligencia emocional, de manera resumida, es aquella que determina cómo nos manejamos con nosotros mismos y con los demás. De qué manera estamos y nos comunicamos con el mundo, con la Vida.
Habitamos el Planeta de las Emociones. No hay una sola acción en nuestras vidas que no vaya acompañada de una emoción o varias. Educar a nuestros niños desde muy pequeños en inteligencia emocional, enseñarles estrategias para que la desarrollen y lleguen a ser adultos más íntegros y felices es una de nuestras responsabilidades como sociedad que aspira a mundo mejor.
La inteligencia emocional, a diferencia de la inteligencia lógica con la que se nace con un determinado coeficiente (al menos eso es lo que por ahora está establecido), puede desarrollarse en cualquier etapa de nuestra vida, no importa la edad que tengamos, pues cualidades como alegría, optimismo, constancia, flexibilidad, empatía, compasión, amor... ¡No tienen límite ni tiempo!
Mi agradecimiento a Helena Méndez, un Ser lleno de Luz, por regalarnos su tiempo y compartir lo que ella es, y a tod@s los asistentes por su interés. También, siempre, a Francis Ruiz por las facilidades dadas.
Los talleres que imparte Helena están dirigidos a niños desde 7 a 15 años. Grupo mínimo de 4 alumnos por taller. También educación personalizada. Os dejo su teléfono: 635872324 y página web: https://www.yogadelapaz.com/
Os dejo también, el artículo que sobre "Inteligencia Emocional" publiqué en 2005 en el periódico "tucomarca.com":
Nueva Consciencia
Opinión
por Emi Zanón
Simón
Inteligencia
Emocional
Habitualmente estamos acostumbrados a
relacionar la inteligencia con la capacidad de raciocinio lógico, con el
coeficiente intelectual que determina las habilidades para las ciencias
exactas, la comprensión y capacidad de análisis reflexivo, el razonamiento
espacial, la capacidad verbal y las habilidades mecánicas –todo ello
relacionado con nuestro hemisferio cerebral izquierdo-. Sin embargo, hace apenas una década se empezó a hablar de “inteligencia emocional”, término que
fue acuñado por Peter Salovey, de la Universidad de Yale, y John Mayer, de la Universidad de New Hampshire, en 1990.
Salovey y Mayer la describían como "una
forma de inteligencia social que implica la habilidad para dirigir los propios
sentimientos y emociones y los de los demás, saber discriminar entre ellos, y
usar esta información para guiar el pensamiento y la propia acción". Desde entonces y, principalmente, a raíz de la
publicación en 1995 del libro de Daniel Goleman, “Inteligencia Emocional”, no
ha dejado de hablarse, considerarse y valorarse este factor, sobre todo, en el
mundo empresarial, en los medios de comunicación y en la docencia.
Daniel Goleman -gurú de la inteligencia emocional, desde
que publicara el citado libro- analizó y
agrupó los rasgos de las empresas con más éxito mundial (entre las que se
encontraban Lucent Technologies, British
Airways y Credit Suisse) en tres categorías: aptitudes
técnicas, capacidades cognoscitivas y elementos asociados con la inteligencia
emocional. En los resultados del análisis, el coeficiente emocional resultó ser
mucho más importante y determinante que los otros dos en los cargos directivos
de las empresas analizadas, hasta el punto de que cerca del 90% de la
diferencia observada en el desempeño de los gerentes de las empresas estudiadas,
era atribuible a factores asociados con la inteligencia emocional.
El mundo laboral está cambiando, y ya
no se puede hablar de una única profesión o de un trabajo en la misma empresa
para toda la vida; hoy en día se habla de "empleabilidad" que es,
según Enrique de Mulder, presidente de Hay
Group, la capacidad de una persona de aportar valor a la organización, es decir,
de contribuir a la empresa en mayor medida que la compensación de ésta a aquél;
y esto ya no se consigue sólo con un coeficiente intelectual de alto nivel,
sino que también se necesita desarrollar un coeficiente emocional –relacionado
con nuestro hemisferio derecho- con cualidades como constancia, flexibilidad,
optimismo, perseverancia, integridad, etc.
Y ésto también es aplicable en
cualquier otro sector y/o área de nuestra vida. Porque, además, se ha
comprobado que aquellas personas que tienen mayor éxito en la vida, son
aquellas que gozan de un buen equilibrio entre su coeficiente intelectual –hemisferio
cerebral izquierdo- y su coeficiente emocional –hemisferio cerebral derecho-. Y es muy razonable, dado que para ser seres
íntegros, completos y equilibrados, hemos de afrontar y vivenciar las
experiencias que la vida nos ofrece, desde ahí, desde los dos hemisferios
cerebrales, y no solamente desde nuestro raciocinio lógico como hemos venido
haciendo desde hace más de tres centurias.
Este es un tiempo de comunicación
entre las dualidades de la vida, entre los opuestos, y lo anteriormente
expuesto, evidencia que cada vez vamos conociéndonos mejor y, paso a paso,
aunque sea lentamente, vamos consiguiendo ser seres más íntegros, armoniosos y
equilibrados y, por lo tanto, más felices.
Por último, apuntar que, por suerte para todos,
al contrario de lo que ocurre con el coeficiente intelectual, Goleman
afirmó que la inteligencia emocional no
se establece al nacer, sino que se puede crear, alimentar y fortalecer a lo
largo de toda nuestra vida. ¡Es extraordinario!
¿Verdad? Poder desarrollarnos a cualquier edad, en cualquier momento, en
cualquier etapa de nuestra vida, si así lo deseamos. Y ahora quizás, algunos,
os preguntéis y cómo lo hacemos. Pues bien, empezando por querer conocernos
mejor, por descubrir lo que realmente somos y para ello seguramente vamos a
necesitar muchas herramientas, algunas de ellas innatas en nosotros y otras por
fortuna ya a nuestro alcance, como puede ser la Programación
Neurolinguística (P.N.L.), Reiki, Integración del Ser, etc.
etc., que ya os hemos presentado en esta sección y en el programa de radio
Buñol, “Nueva Consciencia” que se emite los miércoles de 5 a 6 de la tarde.
¡Vale la pena intentarlo! ¡Os lo
aseguro! Un abrazo muy fuerte.
“CONOCETE
A TI MISMO Y CONOCERAS EL UNIVERSO”.
Emi Zanón
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