<<La adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad
hubieran permanecido dormidos>>.
Horacio
¡Hola a tod@s y feliz noviembre!
Todo ser humano nace con la capacidad de la resiliencia y hoy más que nunca en estos tiempos en los que todo tiembla bajo nuestros pies, es el momento de demostrar nuestra fortaleza y crear desde un nivel interior, con nuestra actitud positiva y esperanzadora, un futuro mejor que dé como resultado personas felices y saludables.
Os dejo aquí, como cada mes, un nuevo artículo que he titulado "El grado de resiliencia", publicado como viene siendo habitual en las revistas "Tu mismo"; "Así es Buñol y "Hoy un click" y en el "Proyecto Metamorfosis".
Espero que os guste y lo compartáis.
¡Un besazo enorme de Luz!
https://tumismo.es/articulos/interiores/el-grado-de-resiliencia/
Nueva Consciencia
Opinión
por Emi
Zanón
EL GRADO DE
RESILIENCIA
<<La
adversidad tiene el don de despertar talentos que en la prosperidad
hubieran
permanecido dormidos>>.
Horacio
Acaba de decretar el
Gobierno español el segundo estado de alarma nacional cuando me dispongo a
escribir el artículo mensual, y lo primero que ha venido a mi mente es la
palabra “resiliencia”: un término que hasta el año 1972 era utilizado solamente
en la física de los materiales para expresar sus cualidades como resorte. El
término, como su raíz latina “resilio” indica, significa volver atrás, dar un salto o
rebotar. Fue el llamado “padre de la psicología infantil”, Sir Michael Llewellyn Rutter, quien empezó a utilizarlo en las ciencias
sociales y desde entonces, y ahora más en este tiempo de pandemia, es un
término que está muy presente en nuestras vidas y no para indicarnos o
recordarnos precisamente que volvamos para atrás, a lo que llamábamos
“normalidad”, a lo que éramos, sino para que miremos hacia adelante, para que
crezcamos hacia algo nuevo tanto individualmente como colectivo humano.
Como muy bien decía el
poeta Horario, la adversidad tiene el don de despertar talentos que de otro
modo no hubiesen despertado. Es hora de reinventarse, de sacar nuestros
talentos a la luz, de trazar las guías por donde caminaremos en las próximas
décadas.
Son muchas ya las
empresas, por ejemplo, que han empezado a trabajar su resiliencia estratégica,
potenciando su capacidad de fortalecerse en estos tiempos de incertidumbre para
asegurarse el éxito a largo plazo, convirtiéndose en empresas resilientes que
tienen la capacidad de detectar problemas y convertirlos en oportunidades. También
las condiciones de la Unión Europea para España para conseguir el fondo
monetario anticrisis pasan, además de la transición digital y verde, por una
estrategia resiliente, por un plan de inversión y reformas que garantice
nuestro futuro.
Y son muchas las personas que, de igual modo,
han empezado a ser conscientes de su grado de resiliencia, de su fortaleza ante
la adversidad o lo que es lo mismo a ser conscientes de cómo está su “sistema
inmunológico anímico” (no recuerdo dónde leí esta definición, pero es
acertadísima a mi entender). Porque en definitiva se trata de ello, de cómo
nuestro sistema inmunológico anímico responde a este duro revés que la Vida nos
ha dado para que demos un salto hacia adelante, hacia una sociedad más
igualitaria, respetuosa y sostenible. Se trata de ver cómo nuestras defensas
anímicas responden ante el miedo que intenta paralizarnos y deprimirnos; ante
la pérdida de un familiar querido; ante la carencia y la falta de libertad… Es
ahora cuando podemos medir nuestro grado de resiliencia. ¿Cómo estamos
respondiendo en estos momentos? ¿Estamos ansiosos? ¿Deprimidos? ¿Tenemos paz
interior a pesar de todo?
Lao-Tse, considerado uno
de los filósofos chinos más relevantes e influyentes de la cultura china y
también en occidente, en su célebre obra “Tao Te Chin”, dice que si estás
deprimido es porque vives en el pasado; si tienes ansiedad, vives en el futuro;
y si estás en paz, vives el presente. Con estas sabias afirmaciones puedes
hacerte un rápido y valioso chequeo anímico y saber cómo estás proyectándote en
estos difíciles pero trascendentes tiempos, cuál es tu grado de resiliencia, y
qué puedes hacer para mejorarlo.
La Vida no tiene otra
finalidad que perpetuarse y para ello necesita cambiar y adaptarse. Nuestra
Humanidad para perpetuarse necesita cambiar y un alto grado de resiliencia, de
fortaleza, entendimiento y creatividad. Dentro de muy pocos años, todo esto que
estamos viviendo lo recordaremos como una de tantas crisis por las que la
Humanidad ha pasado a lo largo de la historia que nos ayudó a seguir adelante
con valores renovados y hacia un mayor bienestar.
Nos espera un futuro maravilloso,
aunque tengamos ahora grandes dudas. Cuando nuestros padres o abuelos eran pequeños
vivieron una guerra y una posguerra y seguramente en aquel entonces no hubiesen
imaginado los años de abundancia y democracia que tuvieron después en su
madurez. Podemos ir pensando que dentro de una década o quizá antes estaremos
viviendo en un mundo nuevo en el que la nanotecnología, la nanociencia nos
habrá resuelto muchos de los problemas que hoy nos acechan: las pandemias y la
salud, el cambio climático, los recursos naturales… El mundo cuántico, el mundo
subatómico es nuestra mayor esperanza y nuestra gran revolución, y cuanto más
se invierta en ello más pronto tendremos soluciones. Todo ello, acompañado, por
supuesto, de un cambio profundo de conciencia individual que nos lleve hacia
una espiritualidad libre y universal, hacia esa unidad de la que nos hablaban
los grandes maestros de la Antigüedad y que ahora el mundo cuántico corrobora.
Empieza, pues, a buscar
tus talentos si todavía no los has descubierto y reinvéntate sin temor. Haz lo
que siempre has querido hacer: sé coherente con lo que piensas, sientes y
haces. Verás que de esta manera no solo vivirás mejor estos tiempos,
licenciándote en resiliencia, sino que ayudarás a los demás a que también los vivan
mejor.
¡Un fuerte abrazo de Luz
y feliz mes de noviembre!
“Conócete a ti mismo y conocerás el Universo”
Emi
Zanón
Escritora
y Comunicadora de la Nueva Consciencia
http://emizanonsimon.blogspot.com.es/
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