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viernes, 8 de marzo de 2019

SIGLO XXI: ERA DE LA FEMINIDAD



¡Hola a tod@s! 

Un poco menos puntual que de costumbre, espero me perdonéis, os dejo aquí el artículo "Siglo XXI: Era de la Feminidad" que he escrito para este mes de marzo: el mes en el que, además de dar la bienvenida a la esperada primavera, dedicamos más energías que de costumbre, al menos de cara al exterior, para la consecución de la igualdad de género. El año 2018, con el movimiento "you too", ha marcado un punto de inflexión, muy positivo, que nos indica claramente que hemos entrado de lleno en la nueva "Era de la Feminidad" para hombres y mujeres. 

¡Felicidades por los logros conseguidos y por los que están por venir!

Publicado en las revistas y periódico:  "Tú mismo" -papel y digital-, "Así es Buñol" y "Hoy un click". 


Publicado también en "Proyecto Metamorfosis - La palabra cambia el mundo"


Espero que os guste y lo compartáis. 

¡Gracias por estar siempre ahí y feliz mes de marzo!



Nueva Consciencia
Opinión                                                                     
por Emi Zanón


SIGLO XXI: ERA DE LA FEMINIDAD

<<Cuanto más mejore la igualdad, más mejorará el mundo: #Equilibrio para Mejor>>

Así reza el lema elegido este año para la celebración del DÍA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES 2019 (International Women Day 2019: #BalanceforBetter).

El año 2018, a raíz del movimiento “you too”, ha marcado definitivamente un punto de inflexión muy importante en nuestro Siglo XXI; un punto de inflexión que deja manifiesto que estamos caminando con paso firme por la nueva “Era de la Feminidad” para hombres y mujeres, que hace de contrapunto y equilibrio a una era masculina que ha perdurado por más de dos mil años.

Una era femenina para ambos sexos, en la que la igualdad, la armonía y el amor incondicional serán una realidad. Y no lo dudo, pues cada vez son más las acciones y los trabajos que, llevados a cabo por hombres y mujeres de diferentes generaciones e ideologías, se realizan para dar visibilidad a las mujeres tanto de nuestros días como a lo largo de nuestra historia, y no porque sean o hayan sido invisibles, sino porque no se les ha querido ver, o no se les ha dejado, o no se han atrevido. Un merecido reconocimiento a la mujer por su importancia en el mantenimiento del equilibrio de nuestra sociedad, de su papel mediador a lo largo de los siglos, bien de manera individual o colectiva.

Concluyendo pues, la segunda década del nuevo milenio, podemos sentirnos orgullosas de los logros conseguidos hasta el momento que nos llevan, paso a paso, hacia una sociedad igualitaria, inclusiva y diversa. Como se recoge en el punto número 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propugnado por la ONU “Planeta 50/50 para el 2030”, la realidad demuestra que las organizaciones igualitarias e inclusivas son las que mejor y mayor rendimiento ofrecen, con el consiguiente desarrollo de nuestro máximo potencial.

Dedicar todas nuestras energías para conseguir un lugar digno a cada una de las mujeres de nuestro Planeta, independientemente de su condición social, sus propias leyendas personales, y sus propios recursos, es nuestro deber moral. Y muy especialmente a las mujeres del Tercer Mundo. En la etnia Mossi (Burkina Fasso), por citar un ejemplo, la crueldad se ceba con las mujeres viudas o ancianas sin recursos que son acusadas de brujería y se les culpa por la muerte de sus maridos e incluso de su longevidad.

Queda mucho trabajo por hacer, es cierto. Pero también lo es que cada vez hay más personas comprometidas con su entorno y consigo mismas, con su propio crecimiento personal, que le aporta la confianza y la fuerza necesaria para saber que somos capaces como especie de crear un mundo mejor, en el que ya no tengan cabida los 800 millones de personas afectadas por el hambre, ni la violencia de género, ni las guerras, ni las injusticias, ni la desigualdad.

Personas cada vez más conscientes de que hombres y mujeres tenemos, como decía Aristóteles, un telos, o propósito o fin último: la unidad, la verdadera unidad sustentada en una comunidad política bien construida, una educación igualitaria y unas leyes que propicien esa unidad e igualdad en la riqueza de las diferencias, pues no hay un solo ser humano igual a otro, ni físicamente, ni en formas de actuar, ni de razonar.

Estamos diciendo adiós a un mundo y construyendo otro, que nos llevará su tiempo, lógicamente, como nos ha llevado otros grandes cambios de paradigma sufrimos por nuestra humanidad. Un mundo nuevo que nos lleva hacia un pensamiento ilimitado, un nuevo humanismo, y una espiritualidad libre y universal: EL AMOR.

Os invito a celebrar y a vivir intensamente, con alegría y optimismo, estos nuevos tiempos de cambios que nos ha traído la anhelada “Era de la Feminidad”.

 “Conócete a ti mismo y conocerás el Universo”

Emi Zanón
Escritora y Comunicadora de la Nueva Consciencia





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