Fantástica tarde la del pasado jueves, 15 de noviembre, en la Biblioteca de Buñol, con motivo de la presentación de la última novela de la escritora y crítica valenciana, María García-Lliberós: "La función perdida", 3ª edición Editorial Sargantana.
A pesar del diluvio, estuvimos muy bien acompañados y desde aquí quiero agradecer de nuevo a los asistentes el interés demostrado. Y también agradecer al guitarrista Paco Paquito Pancho por su acertado acompañamiento musical.
La autora, como en las anteriores ocasiones que ha estado en Buñol, donde es recibida con mucho cariño, nos regaló momentos inolvidables en torno a su obra.
Con la "La función perdida", una novela sociológica contemporánea, María deja manifiesto, una vez más, su gran capacidad narrativa, su prosa ágil y bien cuidada y su gran conocimiento de la naturaleza humana.
La autora nos tiene acostumbrados al
universo femenino -han sido siempre las
protagonistas, mujeres con un perfil fuerte y frágil a la vez, luchadoras y con
gran poder-, sin embargo, en esta novela se mete en la piel de un hombre para
narrar esta historia, cuyo protagonista es Emilio Ferrer, un ingeniero jefe del
Área de Proyectos de la Dirección General de Infraestructuras, con gran
influencia sobre los políticos de cualquier partido, que tras la crisis, en
2010, y cuarenta años de servicio, es despedido y llevado a una jubilación
forzosa, para nada deseada.
Este nuevo estado le lleva
a una situación personal en la que de pronto es consciente del gran vacío
existencial que ocupa su vida. Le han despojado de lo más valioso que creía
tener: su trabajo. Toda su vida dedicada a él, descuidando todo lo demás: su matrimonio,
su familia, sus seres queridos, las relaciones personales, su mundo interior…
como él bien dice en un momento de la novela: “haber caminado ciego por la vida”.
Como le sucede al
protagonista de la novela anterior “Diario de una sombra”, Gabriel Pradera, recordaréis,
un ambicioso imparable que llega a la cima del poder financiero, Emilio durante
toda su vida ha puesto su poder fuera de él, proyectado en un objetivo, su
trabajo, su ego, y cuando éste objetivo desaparece sin esperarlo, y le llega la
jubilación, entonces viene el vacío, el sinsentido de su vida, que tanta
angustia y desesperanza le crea, debiendo enfrentarse a nuevos retos, a su
pasado familiar y a un futuro incierto.
Ello genera además, que
su naturaleza, ya de por sí cínica y escéptica, en un principio se incremente a
niveles que podríamos llamar de malvados, porque ¡ojo con el tal Emilio!, ¡qué
chache! como diríamos aquí, en nuestro pueblo, un villano que se cree con el
derecho a juzgar a la gente por los mismos errores que él cometió, por sus
propios fracasos, descargando todo su rencor y venganza sobre ellos como un
acto de redención propia, y no sigo…
Afortunadamente, esa
nueva situación que le lleva a la mayor crisis existencial de su vida, ya
sabemos que las crisis, aunque no nos gusten en principio, son como
catalizadores que nos ayudan a salir de donde estamos, nos ayudan a
evolucionar, Emilio, decepcionado del género humano, de la vida, poco a poco,
aún manteniendo un cierto grado de cinismo, que añade a la novela un toque de
humor, algunas veces negro, (también debo decir que es la primera vez que la
autora introduce este nuevo elemento del humor en su trabajo) que te lleva a la
risa y puede que a la carcajada, (Emilio) va sufriendo una profunda
transformación gracias en parte a su
gran amigo de toda la vida Guillermo, el otro protagonista, un personaje
completamente antagónico, bonachón, optimista, de lealtad inquebrantable -podríamos
decir que ambos son una pareja cervantina-; a Marinita, su nieta, y a Trini, una
antigua secretaria que viene a ser su tabla de salvamento.
A lo largo pues de las
350 páginas de la novela, distribuidas en 20 capítulos, a través de la voz del
propio Emilio -la novela está escrita en primera persona lo que la hace muy
cercana- en un escenario socio-económico y un entorno social muy conocido por
todos -la historia se desarrolla en Valencia entre 2010 y 2015-, vamos a ver
cómo la autora, después de hacer un recorrido por los temas más relevantes de
nuestro tiempo: la soledad, la vejez, la muerte, la viudedad, la amistad, el
matrimonio, los hijos, las herencias, el acoso escolar, las nuevas tecnologías…
es una temática muy amplia, nos lleva a la necesidad de revisar y darle sentido
a nuestras vidas, pues como muy bien
dice y repite en la novela: “nunca es demasiado tarde”. Para mí, un
bello mensaje de esperanza. La esencia misma de la obra.
“La función perdida”,
editada por Sarganta, en 2017, con un acierto de portada (me ha parecido ese
rostro perfecto para el personaje descrito), es una novela que ensalza la amistad como el
afecto personal más altruista y
desinteresado, pero sobre todo hace hincapié, como en su anterior novela, en la
dualidad del ser humano, por un lado en el desamor y el vacío existencial que
asola a gran parte de nuestra sociedad gobernada como dice el protagonista “por
tecnócratas liberales sin alma”, y por otro, en el amor y la esperanza en la
capacidad del ser humano para reformarse a sí mismo y reformar el mundo.
Yogananda, el padre del yoga en occidente, decía: <<Que el hombre que
puede reformarse a sí mismo, es capaz de reformar el mundo>>.
Enhorabuena, María, creo
que en esta novela sociológica, podemos ver claramente, una vez más, tu
capacidad de profundizar en la naturaleza humana y tu propio horizonte personal
que evoluciona hacia una visión más optimista y amorosa del ser humano, como
muy bien dejas patente en estas palabras, que cito a continuación, y que
realmente me emocionaron:
<<...Me siento mejor
persona. Me digo, soy un hombre corriente que ha tenido bastante fortuna.
Incluso cuando me levanto, siendo un agnóstico declarado, he tomado la
costumbre de dirigirme a quien sea, ese Desconocido (en mayúscula), para darle
las gracias por estar despierto, por haber dormido bien, por tener a Trini a mi
lado y hacer que las personas próximas se sientan queridas por mí. Lo de ir de
duro por el mundo se acabó>>.
¡Qué decisión y actitud tan
sabia! ¿Verdad?
En definitiva, “La
función perdida”, una novela interesante y muy amena, recomendable que nos
invita a dar un repaso a nuestra vida porque nunca es demasiado tarde.
Y no me gustaría
finalizar sin mencionar, el selecto recorrido literario que hace la autora,
como gran lectora y crítica que es, por algunos títulos universales como
“Sonata francesa”, de Irene Nevirovsky, una de las historias de amor más
bonitas que he conocido.
¡Enhorabuena y muchos éxitos, María!
Mi agradecimiento a Ana Perelló, la bibliotecaria, y al Ayuntamiento de Buñol por las facilidades dadas.