“Jaque al Emperador” de Juan Ramón Barat, publicada por Algaida en 2021, además de formar parte de la historia de todos los españoles, es también la historia de nuestros antepasados buñolenses y de la comarca. De ahí, el especial interés del autor en presentarla en Buñol.
Juan Ramon Barat, a quien le dimos la bienvenida y las gracias por querer compartir con nosotros esta impresionante novela, es la primera vez que ha estado en la biblioteca de Buñol, pero no en este pueblo, pues han sido varias las conferencias que ha impartido a nuestros jóvenes en el I.E.S., debido a la extraordinaria acogida que tiene su literatura juvenil. Fue por lo tanto un placer y un honor tenerle con nosotros, y le felicitamos por todos sus éxitos.
Mencionar también que tuvimos el honor de tener con nosotros al filósofo y poeta Pascual Casañ, actual secretario del Centro UNESCO de Valencia.
Juan Ramón Barat forma parte desde hace tiempo de ese elenco destacado de autores y autoras valencianos, pero su gran capacidad creativa -cultiva todos los géneros: narrativa infantil, juvenil, adultos, poesía (es cantautor), teatro, artículos- unida a su talento y sensibilidad hacen de él un autor fuera de lo común. Y esto no lo digo solamente yo que apenas lo acabo de descubrir con esta novela histórica, en la que he podido ver, no obstante, en sus 502 páginas, una excelente y rica prosa acompañada de un hermoso lirismo de una intensidad y de una sensibilidad admirable, que siendo como es una novela extremadamente dura por sus escenas salvajes, brutales, crueles dada la temática que trata de la guerra, de la invasión de las tropas napoleónicas en España en el año 1808, (Juan Ramón es muy explícito y no se ahorra en detalles, y vemos claramente una gran paradoja: por una parte un intenso lirismo y por otra una intensa brutalidad insuperable; en definitiva, la dualidad de la vida, la luz y la oscuridad), hace de esta novela un trabajo realmente excelente, en el que creo aglutina todos o casi todos sus recursos creativos.
Juan Ramón Barat, ha nacido en Moncada y ha sido docente durante toda su vida hasta hace muy poco que se jubiló. Ha cosechado importantes premios y reconocimientos literarios. De su obra en prosa cabe destacar las novelas Infierno de neón (Premio Internacional Ciudad de Salamanca), Deja en paz a los muertos (Premio Hache), La sepultura 142, Llueve sobre mi lápida, La noche de las gárgolas, Clara en la oscuridad y 1707, con la que se adentra en el apasionante mundo de la novela histórica. Como poeta ha publicado, entre otros libros, Como todos ustedes (premio Internacional Ciudad de Torrevieja), Breve discurso sobre la felicidad (Premio Internacional Leonor de Soria), Piedra Primaria (Premio Internacional Ateneo Jovellanos de Gijón), Malas compañías (premio Nacional Blas de Otero) o Poesía para gorriones. Entre sus obras dramáticas Anfitrión y el otro, El reino de los mil pájaros o Una de indios (Premio Nacional Ciudad de Lorca).
Cuando las numerosas y poderosas tropas de Napoleón invadieron España en 1808, miles de españoles incapaces de hacerles frente a campo abierto, se organizaron en guerrillas hermanados por el honor, la lealtad a la corona y el odio ancestral a los franceses. Al mando de una partida de combatientes hostigados por la desesperación, estuvo José Romeu, héroe valenciano, nacido en Sagunto, a quien Juan Ramón Barat ha rescatado del olvido. Y lo ha rescatado como héroe, pero también como hombre que ama, siente y defiende y eleva por encima de todo y de su propia vida, sus ideales. José Romeu, nuestro héroe valenciano, que anduvo por nuestro pueblo y nuestra comarca, viviendo los horrores de la guerra, abandonó todo por defender lo que consideraba justo, y logró poner en jaque a todo el ejército napoleónico y alcanzar la dignidad de mito.
En nuestras memorias tenemos todos el recuerdo de héroes como Agustina de Aragón, Curro Jiménez... sin embargo, hubo muchos más héroes no solo en las guerrillas sino también dentro del propio ejército español como José de Zayas y Chacón (se enfrentó a Napoleón y evitó la matanza de 30000 soldados en la batalla de la Albuera, Badajoz) que pasaron al anonimato en la mayoría de los manuales de historia, como en este caso.
En la novela encontraréis evidentes paralelismos con otros héroes de otras regiones españolas: Curro Jiménez y el Algarrobo; aquí - salvando las distancias- José Romeu y el Tudesco, por citar un detalle.
La novela, que tiene como escenario la Comunidad Valenciana, está escrita en tercera persona, un narrador omnisciente, y empieza contando los años previos a la contienda y la apacible vida del joven Romeu, hijo de un próspero empresario valenciano dedicado al comercio de vinos, licores y aguardientes, y poco a poco vamos viendo cómo se dieron los primeros enfrentamientos entre los defensores de la monarquía, que aclamaban a Fernando VII (entre ellos el propio José Romeu), y los defensores de los franceses, defensores de José Bonaparte, Pepe Botella, hasta llegar a la guerra y sus nefastas consecuencias.
La novela, teniendo como protagonista a José Romeu un personaje de dimensión universal que vertebra toda la trama, hace un desfile impresionante de personajes secundarios (desde su familia, amigos, guerrilleros, comandantes, etc.) muy bien caracterizados y de todas las clases sociales, y de lugares. En definitiva, es un excelente retablo humano que nos da una idea de cómo fue aquel periodo de la historia de España.
El objetivo de Juan Ramón, según nos dice en la última página del libro, es: <<…que, al menos, estas páginas sirvan para rescatar del olvido la memoria de tantos inocentes abatidos para nada>>.
Sin embargo, más allá del rescate del olvido de esos inocentes, más que valorar la labor de Juan Romeu y otros héroes, esta lectura nos lleva a la reflexión y a valorar la Paz. Esta novela es en su esencia un activador de conciencia. Un activador de conciencia hacia la Paz. Nos hace valorar lo afortunados que somos de vivir en el período de paz más largo que hemos tenido aquí en Europa. Y ver cuan estúpido es el ser humano, como dice Juan Ramón en boca de su protagonista, José Romeu, en la pag. 267:
<<No hago más que darle vueltas a lo estúpido que es el ser humano, Zurdo. Siempre tropezando con la misma piedra. Lo de matarnos unos a otros, quiero decir>>.
O en la:
Pág. 373:
<<Lo de la guerra es como un fuego que nunca deja de arder -dijo Romeu en un tono de confesión-. Un fuego infernal que destruye el mundo. Ciudades, cosechas, vidas humanas. Todo arrasado, como un desierto de ceniza. Y el viento de los días, que es un huracán que pasa arrastrando esa ceniza hacia ninguna parte. Una vez y otra vez. Eso es lo que estoy pensando, Marcelino. Que la historia de la humanidad no es más que la historia que escriben sobre la tierra el viento y la ceniza>>.
Cuando el famoso cineasta alemán Wim Wenders, autor de Cielo sobre Berlín; París, Texas, entre otras magníficas películas, estuvo hace unos años en el Festival de cine de San Sebastián, dijo en una entrevista que a mí me encantó: <<Los que han votado el Brexit o en otras partes como Polonia o Hungría vuelven a antiguas ideas de nacionalidad como valor, no se dan cuenta de que han vivido el momento más pacífico en la historia del ser humano. No son capaces de apreciar lo que tienen>>. ¡Qué gran verdad! Y qué sabio este Wim Wenders.
Vivimos tiempos difíciles, es cierto, pero nada comparados a vivir una guerra. Tiempos difíciles pero trascendentes: nos encontramos en un momento determinante de cambio de paradigma, y a pesar de todo lo que sucede, de estos repuntes de nacionalismos, ideologías autoritarias, xenofobias, etc. y de las guerras que todavía perduran en el planeta, vamos evolucionando, como especie, hacia una consciencia mayor de amor y paz, y llegará un día que la Paz dejará de ser una utopía. (Solo hay que echar un vistazo atrás en nuestra historia para verificarlo. Las guerras que perduran actualmente en el Planeta se dan en países que mantienen una economía material, y no han hecho el tránsito hacia la economía del conocimiento y los datos).
Es cuestión de tiempo, paciencia y de cultivar nuestra democracia, nuestro estado de derecho, y sobre todo de cultivarnos a nosotros mismos con valores de respeto (al otro, a la diversidad), tolerancia, empatía y solidaridad, para que en un futuro no haya héroes de guerrillas, ni de guerras, que rescatar de la memoria como ha hecho Juan Ramón Barat con José Romeu.
José Romeu, nuestro héroe valenciano, dio la vida por un monarca, Fernando VII, que nos llevó hacia el oscurantismo y nos hizo retroceder en el tiempo hasta el absolutismo y la pobreza. Y aquí habría que preguntarse ¿valió la pena la guerra? ¿Valen la pena las guerras? Posiblemente con Pepe Botella nos hubiera ido bastante mejor.
La ambición de poder y riqueza genera guerras que destruyen y corrompen. Solo el hombre elevado y consciente hará que las guerras sean tan solo viejas historias.
¡Enhorabuena, Juan Ramón, por tu excelente obra y muchos éxitos!
Estoy segura que cuando leáis esta impactante y emotiva novela, vais a querer leer todo lo que Juan Ramón ha escrito. No os dejará indiferentes. Su rica y lírica prosa os atrapará.
Muchísimas gracias a tod@s, al Ayuntamiento, Concejalía de Cultura y Biblioteca, y a Radio TV Buñol, por todas las facilidades brindadas para que podamos conocer, en esta ocasión, un poco más nuestra historia y a nosotros mismos.