Opinión
por Emi
Zanón Simón
LA CAJA DEL TIEMPO
El
tiempo acelerado y la forma de vida actual nos lleva al estrés, incluso sutil e
incrustado de tal forma que no sabemos que lo tenemos. Pero lo cierto es que se
vive, se experimenta el tiempo, el día a día, con mucho estrés. Por citar
algunos ejemplos relacionados con la cultura, ahora, se anuncia una película
seis meses antes de que la hayan rodado o terminado. Los libros, antes
esperabas con ilusión las novedades. Ahora, sin haberlos llevado a imprenta
siquiera, ya te anuncian que reserves tres meses antes o más, un ejemplar. Hace
muy poco, para ponerte al día de lecturas científicas oscilabas entre 20 o 30
lecturas. Ahora, 100 o 200. Es evidente que la velocidad de los cambios es ¡impresionante!
En los últimos años, el mundo capitalista y consumista nos ha
limitado las posibilidades de independencia al crearnos necesidades
artificiales que nos han alejado de nuestra auténtica esencia espiritual. Sin embargo, como siempre insisto,
tenemos el poder de gestionar nuestra vida, nuestro tiempo y nuestras
prioridades. Aprender a saber vivir, es más que nunca necesario. Aprender a
gestionar el tiempo sabiendo que lo experimentamos con la mente es una de las
importantes claves del bienestar.
VIII
La caja del tiempo
De regreso a casa, una
tarde de otoño, cansado y estresado de un largo día de trabajo y obligaciones,
me encontré, en las “cuatro esquinas”, a un vendedor ambulante que había
desplegado en el suelo su insólita mercancía sobre un tapiz de lana multicolor.
Yo miré de reojo y pasé de largo. Pero el vendedor, un hombre anciano de
acusados rasgos asiáticos, llamó mi atención con unos cuantos objetos entre sus
manos. «Señor, señor, un momento, mire qué cosas tan maravillosas tengo: Este
frasco contiene tres gotas del elixir tibetano de la eterna juventud; esta
piedrecita es una chirla de la auténtica piedra filosofal, créame; y esta caja
de alabastro, tan preciosa, con estos petroglifos, es la caja del tiempo maya;
con ella podrá tener todo el tiempo del mundo». Me dio risa y al mismo tiempo
sentí compasión por ese pobre hombre. «No gracias, gracias, no me interesa».
Pero él insistió. «Sólo son tres euros, pero señor, le aseguro, que no se
arrepentirá». En fin, seguramente por no oírlo, o quizás por auténtica compasión,
saqué de mi bolsillo los tres euros y entonces me dio a elegir. De los tres
artículos que me ofrecía, el más bonito, era la caja de alabastro maya, según
él, “la caja del tiempo”. Así que, dudando de sus insólitas y maravillosas
propiedades, cogí la caja del tiempo y rápidamente la metí en un bolsillo de mi
chaqueta. «Adiós, señor, muchas gracias, no se arrepentirá», me repitió con
reverencia hasta que lo perdí de vista.
Cuando llegué a casa y
me quité la chaqueta, observé, por el peso, que la caja del tiempo estaba en un
bolsillo. La saqué y la dejé sobre una mesilla. Después de ducharme y sentarme
en el sillón, para ver un rato la tele, tuve curiosidad por la caja de alabastro.
Intenté abrirla y me costó lo suyo. Parecía que la habían sellado con silicona.
Me serví de una tijera para abrirla y, mientras tanto, me eché a reír
socarronamente. ¡Por supuesto que es la caja del tiempo! ¡El tiempo que me está
haciendo perder...! ¡Será posible...!
¿Esto que es? En el interior de la caja del tiempo un trozo de goma
elástica, que apenas medía un centímetro, y una pequeña inscripción en un
trocito de papel: «El tiempo es una goma elástica. Estíralo y encógelo a tu
antojo, porque el tiempo lo hacemos real al momento que lo pensamos».
Ciertamente, fue una gran enseñanza.
«El tiempo lo experimentamos con la mente, no
es algo que podamos tocar, ver, degustar o escuchar. Por lo tanto, depende de
nosotros de qué manera lo queremos vivir».
De mi libro “Dayal, Miradas al
Interior”
Espero
que este microrrelato os pueda ser de ayuda y os dejo también el enlace al
artículo Aprender a viajar en el tiempo que
escribí en 2020 y complementa estupendamente al de este mes.
https://emizanonsimon.blogspot.com/2020/02/aprender-viajar-en-el-tiempo.html
¡Un besazo Luz enorme y feliz junio!
Conócete a ti mismo y conocerás el Universo"