Hoy se celebra en todo el planeta el "Día Mundial de Eficiencia Energética", y qué mejor día que hoy para reflexionar sobre el uso racional que le damos a la energía y para compartir en este espacio el artículo que he escrito para este mes de marzo: "El grado de simplificación", que trata precisamente del consumo reflexivo (publicado, como viene siendo habitual, en las revistas "Tú mismo", "Así es Buñol" -ambas en papel y digital- y en el periódico "Hoy un click").
La consecución de sociedades sostenibles junto al desarrollo de energías renovables empleando para ello menos recursos, se consigue con la mejora de procesos, la cogeneración, el reciclaje y un consumo inteligente y responsable. Cada día vamos siendo más conscientes de la repercusión de nuestros actos individuales y colectivos en el bienestar del Planeta y, por ende, en nosotros mismos. Prueba de ello son las empresas y empresarios que desde una visión holística y siguiendo un modelo económico alternativo en el que "tan importante sea el proceso como el producto" (como he venido hablando en mis artículos sobre "Economía") han proliferado en los últimos años. "ENTERNA" (combustión sostenible), con una marcada sensibilidad social y planetaria, es una de estas empresas. Os invito a descubrirla en este link:
http://youtu.be/pUkB94uGzrI
http://www.tu-mismo.es/revista/640-103-marzo-2016
Nueva Consciencia
Opinión
por Emi
Zanón
EL GRADO DE
SIMPLIFICACIÓN
<<Lo tengo
todo.
No me falta de
nada.
Hace tiempo que
descubrí un gran tesoro:
A mi Espíritu>>.
“Andante”
- Reflexiones
De
mi libro “La voz blanca”, aforismos, reflexiones y poemas místicos y de la
naturaleza.
El
pasado mes de diciembre, se estrenó en TV2 el documental “La edad de la
estupidez” que alerta sobre los desastres que le esperan al Planeta en 2055 si
prosigue el cambio climático. Este documental coincidió con la “Cumbre del
Clima de París”. Uno de los datos escalofriantes que se daban era las posibles 900.000
muertes de chinos de no frenar a tiempo la elevada contaminación que padecen.
No está en mi línea el alentar el miedo (como
habréis ido comprobando a lo largo de mis artículos) y mucho menos es ese mi
propósito en estas líneas. Todo lo contrario. Mi deseo es ofrecer y compartir,
humildemente, opinión, puntos de vista, alternativas… siguiendo, por un lado, mi
deseo de que entre todos hagamos un mundo mejor, más sostenible, empezando por
tomar consciencia de los tiempos que vivimos, y por otro, mi fuerte e
inquebrantable fe en el ser humano que me dice que somos capaces de
conseguirlo.
El
filósofo americano Richard Gregg, seguidor
y autor de varios ensayos sobre Ghandi (“El poder de la no violencia”, “La resistencia no violenta”, entre
otros), en la década de los años 30 del
Siglo XX, acuñó los términos: “simplicidad
voluntaria” y “el grado de
simplificación” para describir el estilo de vida que evita acumular cosas
sin necesidad y focaliza la atención en lo que realmente es importante. Si nos
paramos por un momento a pensar en las cosas que acumulamos y amontonamos en
nuestras casas (hablo de los países supuestamente desarrollados) sin necesitar
realmente, en las veces que despreciamos la abundante comida, las veces que no
apagamos los aparatos eléctricos (TV, ordenador, calentadores, etc.) cuando no
los estamos utilizando, la de veces que cogemos el coche cuando podemos ir andando
y un sinfín de cosas más, nos daremos cuenta de que durante décadas nos han
enseñado a “necesitar” cada vez más cosas materiales para servir de esa manera
a la “señora economía”, al poder financiero, al dinero, en resumidas cuentas,
alentándonos con publicidad y trucos engañosos que nos llevan a considerar la
obsolescencia de las cosas. Y desviando, obviamente, nuestra atención de lo
realmente importante: el agotamiento de los recursos naturales y humanos
(sobreexplotación), y el envenenamiento y deterioro del Planeta (tierra, mar y
aire) debido a ese consumo desmesurado.
<<El
grado de simplificación –decía Gregg- es algo que cada individuo debe
establecer por sí mismo>>. La simplicidad voluntaria es una actitud. Una
actitud de consumo reflexivo, de responsabilidad y resistencia a la creación
artificial de necesidades (aquí, me gustaría citar que España va a la cabeza -en
Europa- en el consumo de teléfonos móviles y me remito al reciente escándalo
sobre la procedencia del cobalto que utilizan Apple y otras compañías para la fabricación de las baterías de sus
dispositivos).
Richard
Gregg era un visionario, un adelantado de su tiempo (influyó enormemente en
mentes tan brillantes como Martin Luther
King y Aldous Huxley), que nos indicaba
un camino para crecer de manera sostenible y en equilibrio en una sociedad que
ya tomaba una dirección demasiado superficial y materialista. Desde entonces,
han sido muchos los seguidores de Gregg, los partidarios de la simplicidad
voluntaria, que han elegido desarrollarse a un nivel más elevado de su potencial
humano, psicológica y espiritualmente, dando como resultado el germen de un
orden social diferente. Un orden social que ya se está manifestando y al que
espero seamos cada vez más los contribuyentes. ¿Te apuntas?
“Conócete a ti mismo y
conocerás el Universo”
Emi Zanón
Escritora y Comunicadora de la Nueva Consciencia
http://emizanonsimon.blogspot.com.es/