De i. a d. Emi, María García-Lliberós y Mireia Parla, Concejala de Cultura de Buñol
Creo que, junto a Alfons Cervera, son los autores que más veces nos han visitado. La tuvimos en 2012 para presentarnos su novela Lucía o la fragilidad de las fuertes, luego le siguieron por este orden: Babas de Caracol; Diario de una sombra; y en 2018, La función perdida. También fue un honor tenerla la pasada primavera en la I Jornada Literaria Castillo de Buñol, como ponente en la Mesa Redonda sobre La literatura valenciana en el Siglo XXI, cuya interesante conferencia en torno a la narrativa dejó manifiesto su amplio conocimiento de la misma. Y que podéis ver en los podcasts de Radio TV Buñol en este enlace:
https://youtu.be/45SPHkJBFwl
y también en mi blog:
http://emizanonsimon.blogspot.com/2021/06/gran-exito-y-acogida-de-la-i-jornada.html
Por todo ello, María, muchísimas gracias por estar ayer con nosotr@s. Ha sido un placer y un honor como siempre acompañarte, y decir para los que todavía no la habéis descubierto que se dio a conocer en 1992, con su primera novela La encuestadora, ganadora del Premio Gabriel Sijé. Le siguieron:
El juego de los espejos. Equívocos, Premio de la Crítica Valenciana 1999. Inspirada en esta novela se rodó, en 2004, la película para televisión Mentiras, dirigida por Miguel Perelló y protagonizada por Imanol Arias y Juli Mira entre otros.
Como ángeles en un burdel, Premio Ateneo de Sevilla, 2002.
Y las ya mencionadas, siendo esta su novena novela que la consolida como una novelista de larga trayectoria y madurez literaria.
Coguionista junto a Isabel Barceló del documental para la televisión La Bori, diva universal (2012), realizado por Lluis Miquel Campos.
Destacar también que ha impartido talleres de narrativa breve en el Aula Abierta de Escritura Creativa de la U.V. Ejerce la crítica literaria desde hace muchos años y es autora del blog: crónicasdelecturas.com, que os recomiendo sigáis.
Hoy en día, se escribe mucho, tanto que ya no podemos leer todo lo que nos gustaría. Recuerdo una anécdota en la pasada 80 Feria del Libro de Madrid, de una lectora entrevistada en TV que pedía a los autores que descansaran algún año, <<Así podría leerlos a todos>>, decía.
Y esto de que haya tanta oferta literaria es una buena señal, indiscutiblemente. La creatividad va en aumento gracias a que vamos creciendo a nivel interior y vamos liberándonos de ideas, prejuicios y conceptos limitantes, y nos vamos dando cuenta de lo importante que es cultivar nuestra parte creativa para estar equilibrados -porque somos co-creadores en potencia-. Pero ello, no quiere decir que todo lo que se escriba sea de calidad, pues las banalidades, las novelas o relatos que son todavía borrador (como nos dijo la escritora y experta en talleres de escritura creativa Rosario Raro, en el taller que impartió la pasada primavera dentro de las actividades de la I Jornada Literaria Castillo de Buñol), borradores por la impaciencia de sus autores por cumplir un sueño, por compartir, para darse a conocer…; la proliferación, por otro lado, de plataformas que facilitan la autoedición, algunas en condiciones que dejan mucho que desear; la misma mercantilización de la escritura que dirigen las grandes editoriales, que inundan las librerías, las ferias, las grandes superficies, etc. … hacen necesario que seamos selectivos.
Con María García-Lliberós, por fortuna, encontramos muy buena literatura. María es una escritora que tiene un amplio bagaje formativo, cultural y humano: ha ejercido de economista durante muchos años, ha sido directora general de Medios de Comunicación Social de la Generalitat Valenciana, y conoce bien las grandezas y miserias humanas, y de ellas obtiene la materia prima para sus obras de una gran calidad narrativa, dentro de una cosmovisión realista contemporánea. Sus personajes principales y secundarios siempre extraordinariamente construidos, con una pluma ágil y cuidada, no nos dejan indiferentes. Dejan huella: recordemos a Berta Astomi de Babas de Caracol, o Elsa de Diario de una sombra, ambas mujeres fuertes y frágiles a la vez, luchadoras (quizá un reflejo de ella misma). O el ambicioso empresario Gabriel Pradera. O el cinismo y la villanía de Emilio Ferrer, el ingeniero protagonista de La función perdida. Por citar solo algunos de los más recientes.
En Más allá de la tristeza, una novela social que se desarrolla en nuestros días entre Valencia y Lima, sucede lo mismo. Diego, el protagonista, deja huella. La novela, al igual que su acertado y evocador título que trasciende el pesimismo, la desolación, la insatisfacción, el dolor del alma, en definitiva, impacta y engancha desde el primer momento y despierta el interés por los personajes y sus historias. Sin embargo, su narrativa es totalmente diferente a sus anteriores novelas. Aquí, utiliza, por primera vez, cuatro voces narrativas: tres en primera persona: la voz de Diego, el protagonista, un superviviente de la etnia asháninka en la Amazonía peruana, diezmada por Sendero Luminoso entre los años 1989 y 1992, que es adoptado cuando tiene cinco años por una pareja española; la voz de Bernardo, su padre español adoptivo; y Candela, la novia peruana de Diego. Y una cuarta voz en tercera persona, narrador omnisciente, que accede a la conciencia de Alicia, la madre española adoptiva de Diego, en estado de coma.
Todas estas primeras voces hacen que sientas más cercana esta historia, y que la vayas viviendo desde diferentes ópticas. Historia que, si bien empieza a caminar por un túnel muy oscuro, es una historia dramática, intensa y a veces muy cruda, pues los temas que se van tratando desde la infertilidad; la cara menos vistosa de las adopciones internacionales; los abusos infantiles; el acoso escolar… y sus correspondientes emociones y sentimientos, conforme avanzas por sus doscientas sesenta páginas, vas vislumbrado la luz. Al final del túnel siempre encontramos la Luz.
Pero tras toda esta variada temática, esta historia de amor desamor, de una familia rota que evoluciona hasta reconstruirse, está su verdadera esencia, de lo que realmente nos habla: que es del perdón, de cómo el liberarse de las cadenas del resentimiento y del dolor mediante el perdón impulsado por el amor, la fuerza que puede transformar nuestras vidas, nos lleva hacia Luz.
Nuestra propia incapacidad de amar incondicionalmente a los demás, nos lleva a perdonar y a ser perdonados. Evolucionar y crecer en el grado de amor hacia uno mismo y los demás nos llevaría sin duda a no tener necesidad de perdonar nada, a pesar de todo lo que nos hubiese sucedido, porque habríamos llegado a un punto de nuestro corazón, a un punto de entendimiento, en el que podríamos amar más allá de los errores.
La Vida en sí misma es la mejor escuela para aprender a perdonar y a amar. Esta lectura nos lo dice, nos lo muestra claramente, y si nos solidarizamos con ella, veremos que no hay culpables ni víctimas, solo hay experiencias de las que se puede aprender. Y en consecuencia crecer; crecer en sabiduría.
Como siempre que presento algún libro, sigo fiel a mi idea de que no debemos desvelar demasiado de las novelas porque son tesoros que nos aguardan para ser descubiertos por nosotros mismos, con curiosidad y expectación. Si diré, sin embargo, que la leáis, porque estoy segura de que no os dejará indiferentes.
Decir también que, de nuevo, la Editorial Sargantana ha hecho un trabajo de maquetación y diseño magnífico. La portada en sí, es ya impactante, con la mirada triste y ausente de ese niño que te va acompañando a lo largo de la lectura. Les felicito por su labor y les deseo muchos éxitos.
Mi enhorabuena María, desearte igualmente muchos más éxitos, sé que estás seduciendo de nuevo a tus gran número de lectores con esta estupenda obra, y pedirte que sigas creando historias para que, con su reflexión, nuestro mundo sea cada vez mejor.
Gracias al Ayuntamiento, a la Concejalía de Cultura y a la Biblioteca de Buñol por todas las facilidades que nos ofrecen para que la cultura siga siendo nuestro timón.
Y, a todos vosotros, gracias por habernos acompañado, y por vuestra atención. Posiblemente, no tengáis nada que perdonar, pero si es así, haced del perdón vuestra mejor herramienta para estar en Paz con vosotros mismos y con la Vida, porque el perdón es una expresión de amor hacia uno mismo, y como decía Ghandi, el atributo de los fuertes.
¡Os deseo, por lo tanto, mucha fortaleza, que viváis en Paz y en armonía siempre, y que disfrutéis mucho de la lectura de Más allá de la tristeza!
¡Feliz puente y feliz Navidad!
Ha sido un placer.
¡Un abrazo de Luz!
EDITORIAL SARGANTANA, 2021