Fue maravilloso ver a
tanta gente interesada y que nos acompañarán amigos y escritores amigos entre ellos Enrique Arnau (autor de la novela Paz y Sosiego), Margarita Quesada (no podéis perderos las estupendas entrevistas que hace en La escalera de Margarita en Instagram), y Elvira López, crítica literaria, experta en novela histórica y una de las influencers más geniales y con mayor sensibilidad para las letras. ¡Gracias por acompañarnos!
Con Elvira López
Con Margarita Quesada
Con Enrique Arnau
Os puedo decir que en la terraza del Àtic Palau Alameda no cabía un alfiler, y ello me dijo claramente que María, además de tener un
gran poder de convocatoria, es muy querida, y no me extraña porque lo que
sembramos recogemos, y María es una mujer que siembra Amor a través de su
alegría, positivismo, cercanía y otras cualidades que transmite sin apenas
conocerla. Muchísimas gracias, pues, mi querida María por tu amistad y por tu
confianza en mí.
La foto no recoge toda el ala derecha, igualmente llena.
Lo nuestro, tengo que
decir, fue un flechazo a primera vista. El Universo, a través de nuestra editora,
Paz Navarro, a quien felicito por la bonita edición y el
trabajo bien hecho, movió sus hilos para que nos
conociéramos una tarde de noviembre del 2020 en Plaza Radio. Marina nos iba a
entrevistar en su programa La tarde con Marina a las dos por nuestras
respectivas novelas El retrato de Clara y Las cinco estaciones de Vivaldi
que salieron a la luz pública, prácticamente a la par.
En los momentos previos,
conectamos enseguida y fue durante la entrevista cuando descubrimos mutuamente
todo lo que teníamos en común como escritoras: las dos somos de
brújula, nos gusta tratar el arte, los viajes, las relaciones familiares, las
segundas oportunidades y otras muchas cosas. Naturalmente, salimos encantadas
de la entrevista y en el trayecto en taxi hasta que nos despedimos, casi nos contamos
la vida, jajaja… Y es que los eslabones afines se atraen… La ley de la
atracción actuó. Y todo fluyó de una manera mágica.
Desde entonces, hemos
mantenido una amistad que va creciendo día a día y en la que además de ver
todas esas cualidades que he mencionado de María, he podido ver que, en
definitiva, es una mujer paradigmática del Siglo XXI: una mujer, inteligente, con
estilo, entusiasta, solidaria, formada en el mundo del arte, apasionada de los
viajes, el mar y la literatura, y eso es lo que encontramos en su obra y lo que
la hace particular. Es una mujer que camina firme con una actitud positiva y
esperanzadora por el nuevo paradigma Holístico en el que ya
nos hemos sumergido dejando atrás, poco a poco, el viejo paradigma mecanicista
o de la razón. María es muy espiritual e intuitiva y aborda la vida buscando
siempre el equilibrio entre su parte racional y su parte intuitiva, creativa. Una
mujer sabia, y ello es lo que más me llamó la atención cuando leí su primera
novela: El retrato de Clara, una novela muy bien escrita, con una prosa ágil,
entretenida, didáctica, romántica o dulce como ella misma la define, con unos
hermosos y sabios mensajes que conquistó de inmediato muchos corazones,
incluido el mío.
La nueva novela de María, La
danza del pulpo, es un cambio de registro con respecto a la anterior, tanto
en la temática: aquí nos sumerge en una lectura a caballo entre el
thriller y la novela psicológica, como en la voz narrativa: esta vez escrita en
tercera persona, un narrador omnisciente, en tiempo verbal presente; un tiempo
no demasiado habitual para esta voz pero que, sin embargo, es un recurso
estilístico que da viveza a la narración. A igual que en El Retrato de
Clara, encontramos una prosa ágil, rica y entretenida que conlleva un componente
claramente didáctico que además de favorecer los viajes, el arte y enriquecer
nuestro vocabulario, favorece el desarrollo del pensamiento y el autoconocimiento.
Es, en verdad, una delicia bucear por sus páginas: todo un compendio de
sabiduría.
Ya de entrada, el sugestivo título La danza del pulpo, igual que la portada, que es muy atractiva, de esas que destacan cuando vas a una librería -¿A quién no le llama la atención el icónico y poético rostro de la Venus de Boticelli? Aquí con una melena de tentáculos-, nos sugiere un mundo de interpretaciones simbólicas porque precisamente el pulpo creo que es el animal sobre la faz de la Tierra que más cualidades y simbolismo se le atribuyen: es inteligente, tiene capacidad de razonar y de hacer estrategias; es un maestro del camuflaje, del misterio: nos recuerda que nada es lo que parece; con su movimiento hipnótico, cuando se desplaza o danza, no es muy rápido pero es constante: lo que llevado a nuestro mundo nos habla de la importancia de la perseverancia. El pulpo es capaz también de deshacerse de una de sus extremidades cuando está en peligro y esto es una valiosa lección a aprender porque en nuestras vidas, para poder alcanzar nuestros objetivos a veces tenemos que perder el exceso de equipaje, la mochila tan cargada que llevamos a cuesta. En definitiva, y por no seguir con su amplia simbología, diría que este animal nos relaciona con el conocimiento y la sabiduría. Sin duda, todo lo que vamos a encontrar en esta estupenda novela. No podía, María, haber elegido mejor título. La felicito por ello.
La novela, teniendo como eje vertebrador el arte, y más concretamente el arte del genial Marc Chagall, a quien la autora venera, nos sumerge a través de su protagonista Elena Montesinos, una tasadora de obras de arte del Siglo XX, una mujer madura, solitaria, que ha sanado grandes heridas gracias a su profesión que ama profundamente, pero que, sin embargo, mantiene brotes de melancolía que su psicóloga Mente Clara, como ella la llama, intenta ayudarle a sanar, en una historia donde la aventura, la intriga, el misterio y sobre todo la hondura psicológica de sus personajes, nos llevarán a conocer los entresijos oscuros del mundo del arte, pero sobre todo a entender que la actitud en la vida es determinante. La vida no es siempre fácil y depende de nuestra actitud ante las adversidades el que caigamos en un pozo dejando el alma a oscuras, como dice María, o por el contrario que subamos a la cima más alta iluminándola.
La historia parte de uno de los numerosos viajes que realiza Elena Montesinos a lugares y ciudades distintivas del arte como Londres, París y la Costa Azul, en este caso a Londres, atendiendo la llamada de Catherine y John, dos colegas, en otro tiempo sus profesores, con los que ha compartido momentos cruciales de su vida profesional, para que verifique la autenticidad de un cuadro supuestamente de Chagall, que una galería suiza, con la que nunca han trabajado, desea gestionen su venta. A partir de ahí, una serie de acontecimientos inesperados e indeseados, en los que intervendrán Scotland Yard, unos gendarmes y la policía nacional española, harán estremecer el suelo bajo sus pies.
Y hasta aquí os voy a
desvelar. Lo demás, tendréis que descubrirlo por vosotros mismos. <<Elvira
Lindo dice que de una novela no se debe contar nada porque en ella solo cabe la
posibilidad de su lectura>>. Y estoy totalmente de acuerdo. Creo que es
esencial que el lector mantenga su curiosidad y su capacidad de sorpresa y la
descubra por sí mismo.
Sí añadiré que cada uno
de los capítulos está introducido por una cita o verso de alguna de las mentes más
brillantes de todos los tiempos, que María ha elegido con esmerada precisión. Y
que vais a encontrar, además, el mejor refranero español y unos cuantos guiños
a otras ramas del arte.
En definitiva y para
finalizar, María en esta obra, nos muestra de nuevo su gran capacidad narrativa
y vuelve a reflexionar sobre el amor y el desamor, la dependencia emocional, el
miedo, las relaciones de familia y la amistad, y especialmente sobre la muerte
y la actitud ante la Vida.
La danza del pulpo
es, como se dice en la contraportada, un homenaje a las personas que han tocado
fondo en un momento dado de su vida y han emergido fortalecidas, al igual que Elena,
la protagonista de esta historia. Una historia de superación personal.
Os invito a que la leáis,
estoy segura que va a despertar en vosotros las ganas locas de viajar, de
querer saber más del mundo del arte, y sobre todo del arte del crecimiento
personal que en definitiva es la esencia de esta novela y de la Vida. Aquí, a
la Tierra, hemos venido a crecer, crecer en Amor para manifestar la Luz que
todos llevamos dentro.
Y cerraré leyendo los magníficos versos de Rafael Alberti que María ha elegido con mucha
sabiduría y sensibilidad:
Ángel de Luz, ardiendo,
¡oh, ven!, y con tu
espada
incendia los abismos
donde yace
mi subterráneo ángel de
las tinieblas.
¡Enhorabuena, mi querida
María!
Te deseo muchos éxitos y que sigas compartiendo con los demás, a través
de tu sabia pluma, todo lo que tú eres.