Como viene siendo habitual cada mes, os transcribo aquí el artículo que he escrito para la revista "Tú mismo" (papel y digital) del mes de abril, esta vez, para acercarnos sutilmente al "Mundo Subatómico". Espero que os guste y ¡que paséis unas Felices Pascuas!
Publicado también en "Proyecto Metamorfosis - La palabra cambia el mundo"
Igualmente, os dejo el enlace a la revista:
Nueva Consciencia
Opinión
por Emi
Zanón
MUNDO SUBATÓMICO
Del Macrocosmos al
Microcosmos
<<…He querido
hundirme - en la vasta alma universal -
para convencerme de que nada es extraño a mi yo>>. El Canto Errante de Rubén Darío.
Los científicos para
poder describir el estado primigenio del Universo han enfocado todos sus
esfuerzos hacia el estudio del mundo subatómico, pasando del Universo en su
conjunto o macrocosmos al mundo microscópico de las partículas elementales, o microcosmos.
Uno de los avances más
notables en la física de nuestros días es que las partículas elementales tienen
propiedades de partícula y de onda al mismo tiempo. La llamada mecánica
cuántica está basada en esta dualidad que implica profundas repercusiones
físicas y, mucho más allá, filosóficas y ontológicas al contemplar el mundo
subatómico no como un conjunto de piezas sino como una red de relaciones. Todos
somos UNO a un nivel muy ínfimo, imperceptible a nuestros ojos físicos limitados
y racionales. No hay separación como han venido diciendo los grandes Maestros
de la Antigüedad, y filósofos y alquimistas como Paracelso, o, el más
entusiasta cruzado de la modernidad, fray Benito Feijoo -quizá el primer
español que tuvo un microscopio- quien consideraba el microcosmos del hombre
como el ejemplo más ilustre de reducción de lo máximo a lo mínimo, del
macrocosmos al microcosmos.
Estos avances nos han
conducido hacia la ciencia del futuro
que ha empezado a dar sus primeros y satisfactorios primeros pasos en este
incipiente Siglo XXI: la nanociencia, la
nanotecnología y los nanomateriales y nanopartículas, que nos llevarán
hacia una auténtica revolución no solo industrial sino personal y social, pues
darán respuesta a un gran número de problemas y necesidades de nuestra sociedad
actual. Uno de ellos, y el que más requiere nuestra atención urgente, el gran
problema de la contaminación de nuestros suelos, mares, ríos y el aire que
respiramos.
En la actualidad el
estudio de las nanopartículas es un área de intensa investigación, y los experimentos
llevados a cabo, hasta el momento, en distintas partes del Planeta con diversos
tipos de nanopartículas y nanomateriales han dado muy buenos resultados y se ha
comprobado su alto potencial para
restaurar la contaminación en general, generada en el pasado Siglo por nuestra
inconsciencia e intereses privados.
Esta noticia es, sin
duda, lo más prometedor en nuestro Siglo XXI para avanzar e innovar de forma
responsable y sostenible, y poder legar un Planeta saludable a las generaciones
futuras, aunque también, como ocurre
siempre que damos un salto cualitativo/cuantitativo surgen las preguntas de
rigor: ¿Tendrán las nanopartículas consecuencias imprevistas? ¿Son inofensivas?
Afortunadamente, vamos aprendiendo de nuestros errores y los científicos del
Siglo XXI estudian ya desde el principio los posibles efectos nocivos.
No obstante, esta
esperanzadora mirada hacia nuestro futuro deberá ir acompañada de un fuerte
compromiso a nivel individual de respetar, por encima de todo, cada gota de
agua, cada grano de arena, cada brisa de aire, cada manifestación de Vida. En definitiva:
responsabilizarnos de todo cuanto hagamos. Todo ello, como una expresión de Amor
compasivo y de una consciencia social
que va más allá de uno mismo para abarcar la totalidad. No olvidemos que somos
y formamos un gran TODO.
“Conócete a ti mismo y conocerás el Universo”
Emi Zanón
Escritora y Comunicadora de la Nueva Consciencia
www.emizanon.galeon.com
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