Como cada mes, os dejo el enlace y transcribo aquí el artículo que he escrito para la revista "Tú mismo" (papel y digital) del mes de mayo, esta vez, para acercarnos al fascinante mundo de "Los Sueños".
Espero que os guste y ¡que paséis una feliz semana!
http://issuu.com/tmrevista/docs/tu_mismo_094
Nueva Consciencia
Opinión
por Emi
Zanón
LOS SUEÑOS
<<…Deseé no
despertar del profundo y agradable sueño en el que permanecí sumido todo ese
tiempo, quizás por las elevadas fiebres. Y es que los sueños, ese estado aparente de
suspensión de la conciencia consciente, son tan reales, tan vivos, como la vida
misma. Mis percepciones físicas y emocionales fueron de tal magnitud que no
había separación entre lo que llamamos realidad y sueño. Fui consciente de que
los dos son una misma cosa. No hay separación. Recuerdo a mi padre, profesor de
literatura medieval, recitarnos con pasión, a mi hermano Emil y a mí, al lado
de un confortable hogar, los versos de Guillaume de Lorris, en su famoso “Roman de la Rose” –una de las más grandes creaciones literarias trovadorescas
del siglo XIII- que decían que:
“”Hay muchas personas que
dicen que en sueños
todo es una fábula, todo
una mentira;
no obstante, sucede que
pueden soñarse
cosas que no son nada
fabulosas
sino que, al contrario,
son muy verdaderas.”” …>>
Extracto de la novela “Yámana, Tierra del Fuego” de Emi Zanón
Capítulo X – El Sueño
¡Uff!
¡Sólo ha sido un sueño! ¡Qué alivio! Estas suelen ser nuestras palabras al
despertar de un sueño nada halagador. O quizás, por el contrario, despertamos
eufóricos y alegres deseando que: ¡Ojalá fuera verdad! Y es que seguimos
pensando que todo aquello que no entra dentro de la vigilia, no existe, no es
real. Sin embargo, los sueños han llamado
enormemente la atención del ser humano desde tiempos inmemoriales. En cada
etapa, la humanidad se ha asomado al mundo onírico con las herramientas que su
desarrollo psicológico y científico le han permitido. En nuestra época, ya
hemos desvelado gran parte del misterio de sus mecanismos y sabemos que los
sueños son una fuente inagotable de conocimientos sobre las partes
inconscientes de nuestra personalidad, además de ser nuestra puerta de entrada
a otras realidades paralelas.
Los estudios realizados demuestran que, si el
dormir es para regenerar el cuerpo, el soñar es para reorganizar nuestra
consciencia. En definitiva, el soñar es un privilegio que nos permite aprender
y evolucionar. Sólo habría que echar un rápido vistazo a nuestra historia más
cercana para darnos cuenta de que los grandes saltos que ha dado la humanidad
se han debido, principalmente, a los sueños de mentes lúcidas en todas las
áreas del saber como: Einstein, Mendelev, Keluli, Bohr, etc. en la
ciencia; Wagner, Luis Carrol, Stevenson,
etc. en la inspiración; César,
Carlomagno, Alejandro Magno, Lincoln, Hitler, etc. en el poder. Y un sin
fin más.
Para las culturas antiguas los
sueños eran un viaje a otra dimensión tan real como la realidad misma. De este
modo, en el transcurso de la experiencia onírica, todo era posible: comunicarse
con los seres queridos, descubrir señales para guiarse en la vida cotidiana o
dialogar con los mismísimos dioses. Hace 6.000 años, los sumerios no
distinguían entre el mundo real y el onírico, creyendo incluso que era un mundo
más poderoso que el real. Para griegos y romanos eran tan importantes que los
líderes siempre se hacían acompañar de intérpretes de los sueños. En China se
ayudan de los sueños para diagnosticar enfermedades. Y en el mundo Védico se
puede viajar a otros lugares y entrar en contacto con otros mundos dependiendo de
nuestra consciencia y nuestro grado de evolución espiritual. En Europa debemos a Freud y Jung que los sueños sean
considerados de nuevo como una herramienta importante para nuestro
autoconocimiento y desarrollo.
Podría seguir hablando de la
mecánica de los sueños, de los tipos, de los arquetipos y de muchas cosas más
relacionadas con ellos, pero el espacio no me lo permite. Os invito, sin
embargo, a investigar e iniciar un camino de autoconocimiento a través de su
estudio. Aprender a interpretar sueños y su simbología ayuda a expandir la
conciencia, la memoria y la concentración; ayuda a fomentar la creatividad y
flexibilidad mental así como a integrar de forma ecológica la información
onírica en la vida cotidiana; y lo más hermoso: iniciar la conexión con tu Yo
Superior. Con mis mejores deseos:
“Conócete a
ti mismo y conocerás el Universo”
Emi Zanón
Escritora y Comunicadora de la Nueva Consciencia
emizanonsimon.blogspot.com
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