¡Hola a tod@s!
Con gran alegría quiero compartir con vosotros la estupenda crítica literaria que, sobre mi nueva novela (vuestra ya) "LAS CINCO ESTACIONES DE VIVALDI”, Finalista del XXXXVI Premio de Novela Felipe Trigo, publicó ayer el diario “Levante” en Posdata, firmada por la reconocida escritora y crítica valenciana María García-Lliberós.
Agradecidísima al medio y a mi querida María, os invito a leer y disfrutar esta historia de amor, intriga y búsqueda de la identidad sumergidos en la Venecia dieciochesca del gran Vivaldi.
Comentaros que esta novela es la segunda de una trilogía que he llamado "barroca". Trilogía, no porque se sigan las historias, sino porque tienen como marco histórico el amplio y rico período histórico denominado "Barroco". La primera novela de la trilogía "SU ÚLTIMMO VIAJE", Finalista del XII Premio de Novela Fernando Lara, se desarrolla en la segunda mitad del Siglo XVII, en pleno auge del monarca Luis XIV, el llamado "Rey Sol", y esta segunda en la primera mitad del XVIII, cuando Venecia era la capital europea de la cultura. La tercera, que he revisado durante el confinamiento, toma parte de los dos siglos.
¡Feliz lectura y feliz domingo!
Os transcribo aquí, las palabras de María García-Lliberós desde su blog de literatura "Crónica de Lecturas":
SÁBADO, 28 DE NOVIEMBRE DE 2020
"Las cinco estaciones de Vivaldi", de Emi Zanón. Editorial Sargantana, 2020. 260 páginas.
Emi Zanón (Buñol, Valencia) nos ofrece esta novela romántica que sitúa en la Venecia barroca de la primera mitad del siglo XVIII. La autora ya dio muestras de sus dotes para recrear tiempos pasados con la deliciosa novela Su último viaje (Ed. Araña, 2009) cuya trama ubicó entre España y París en pleno siglo XVII.
Emi Zanón (Buñol, Valencia) nos ofrece esta novela romántica que sitúa en la Veneciabarroca de la primera mitad del siglo XVIII. La autora ya dio muestras de sus dotes para
recrear tiempos pasados con la deliciosa novela Su último viaje (Ed. Araña, 2009) cuya
trama ubicó entre España y París en pleno siglo XVII.
Las cinco estaciones de Vivaldi es, pues, una novela de ambientación histórica con
personajes reales –el compositor y violinista Antonio Vivaldi, la cantante Anna Giraud
y su hermana Paulina, el músico Arcángelo Corelli, conocido como el príncipe de los
músicos, el caricaturista Pier Leone Ghezzi, el arquitecto Giorgio Massari- y otros,
los principales protagonistas –la familia de Carlo Baldassare Ghezzi y su hija
Anna Isabella-, de ficción. Y ahí se encuentra la gracia de este relato: la ingeniosa manera
de aprovechar parte de la biografía de Vivaldi, el prette rosso, como le
apodaban, por su condición sacerdotal y el color de su pelo, durante la época en que estuvo
contratado por el Ospedale de la Pietà, para desarrollar una intensa historia de amor y perdón.
El Ospedale de la Pietà era un convento, hospicio, orfanato y escuela de música en Venecia,
activo en los siglos XVII y XVIII, y Vivaldi trabajó allí como profesor de violín y canto de
1703 a 1715 y de 1723 a 1740. Se trataba del orfanato de Venecia con mayor prestigio,
precisamente, por la calidad del coro y la excelencia de algunas de las huérfanas como solistas
de canto o instrumentistas. Vivaldi compuso decenas de obras para que fueran interpretadas
por sus pupilas que alcanzaron un reconocimiento que transcendía los límites de la república
de Venecia. Sus conciertos se hicieron famosos y se convirtieron en eventos sociales
de primera magnitud que atraían a la sociedad más selecta, y la música suponía un estímulo
para las huérfanas y un trampolín social para ellas en muchos casos.
Nos lo cuenta una voz omnisciente en tercera persona, una voz extremadamente culta que
inicia su relato en julio de 1715 cuando una niña sin nombre, de tres años, es entregada en el
Ospedale de la Pietà.
Entonces, Venecia era el centro turístico y cultural de Europa, y no podía haber escogido
la autora mejor escenario para desarrollar la trama, porque uno de los mayores méritos de
esta novela es la forma como consigue que el lector se sumerja en la atmósfera cosmopolita,
brillante, imaginativa, fastuosa de la vida cultural veneciana, predispuesta a celebrar
la llegada de cada estación, con cantidad de apuntes interesantes sobre las costumbres
de sus ciudadanos. No en balde Vivaldi nos legó los cuatro conciertos conocidos como
Las cuatro estaciones, escritos para violín, orquesta y declamador, y sus respectivos sonetos,
que recitaba antes de la ejecución musical, y que contenían las emociones que la primavera,
el verano, el otoño y el invierno le despertaban y que él trataba de comunicar a través
de la música. Me ha resultado muy hermosa la interpretación que Emi Zanón hace de
los mismos, pues incluye los sonetos en la novela (en italiano y su traducción al castellano),
hasta el punto que no he podido resistirme a volver a escuchar el maravilloso concierto
de Las cuatro estaciones con este nuevo conocimiento que me lo ha hecho más conmovedor.
Una novela, por tanto, que despierta emociones en el lector.
Las novelas de Emi Zanón, Su último viaje, mencionada al principio, Yámana, Tierra del Fuego,
Las novelas de Emi Zanón, Su último viaje, mencionada al principio, Yámana, Tierra del Fuego,
La hierba azul de Calíope, y esta misma contienen, a pesar de la diversidad de su temática,
un elemento común: la filosofía de la autora, cuatro principios de convivencia que, sin duda,
si fueran practicados con mayor entusiasmo, la vida sería más dichosa y que, en esta ocasión
pone en boca de sor Consolata, una monja que poseía conocimientos sobre las propiedades
mágicas de las hierbas, que sufría, o gozaba, de alucinaciones y que conservaba la sabiduría
acumulada por sus antepasados, el personaje más rico y misterioso de esta novela. Destaco
también otros femeninos, Anna Isabella Ghezzi y su madre, así como la cantante Anna Giraud,
mujeres innovadoras en su tiempo que quieren ser libres y tomar decisiones por sí mismas,
aún a riesgo de equivocarse y ser penalizadas por ello.
Al principio he definido esta novela como romántica, porque lo es. La heroína principal
Al principio he definido esta novela como romántica, porque lo es. La heroína principal
Anna Isabella sufrirá de mal de amores y en la trama hay pasión, traición, enredos familiares,
secretos inconfesables y los tópicos propios de la novela romántica que azuzan la curiosidad
del lector, incluso lindando lo folletinesco. Sin embargo, la corrección de la prosa de Emi Zanón,
en ocasiones muy bella, la bondad del discurso intelectual que transmite, así como los
conocimientos históricos, musicales y la perfecta contextualización espacio temporal,
hacen de Las cinco estaciones de Vivaldi, una novela muy recomendable.
María García-Lliberós.
Finalista del XXXVI Premio de Novela Felipe Trigo
SINOPSIS
En la Venecia de 1715, el abandono de una niña ante el portalón
del Ospedale della Pietà, un orfanato en el que imparte lecciones
de música un joven violinista y compositor llamado Antonio Vivaldi,
marca el comienzo de esta historia de amor, intriga y búsqueda de la
identidad en la que se verán involucradas familias aristócratas,
las monjas y niñas della Pietà, y el propio Vivaldi.
Y ello lo vamos a vivir de la mano de la protagonista
Anna Isabella Guezzi, de noble familia veneciana, inteligente
y adelantada a su tiempo, que se ve forzada a vivir una vida
que no es la que desea, hasta que emprende el camino de la
autenticidad por el que tiene que pagar un alto precio.
Esta novela es un canto de amor a la mujer; a las pioneras
en sus respectivas épocas que, con su coraje y determinación,
no desistieron de sus sueños; a la familia; a las segundas
oportunidades; a la música y a uno de sus grandes genios,
Vivaldi…
Una hermosa novela sobre la adopción, los lazos de sangre y
de amor.
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